Aunque no nos gustaría tener que recurrir a denunciar por la vía jurídica, por desgracia en muchos casos resulta inevitable. Y las situaciones en las que sea preciso llegar a estos términos pueden ser muy diversas: por problemas en el entorno académico, sanitario, laboral, etc…
Situaciones como el derecho a que se nos reconozca una invalidez, discapacidad o que se les aplique las adaptaciones académicas que precisan nuestros hijos, no a todos los resultará igual de sencillo o complicado. Esto estará en función nuestro lugar de residencia, de la enfermedad que padezcamos, e incluso del juzgado o juez que se encargue de juzgar nuestro caso. Por ejemplo, alguien con un problema de corazón o un trasplante tendrá mucho más sencillo el que le concedan la invalidez sin tener que recurrir por la vía legal, pero cuando hablamos de SFC, FM o SQM por desgracia en la mayoría de las ocasiones resulta inevitable llegar a estos extremos pues, entre otras muchas razones, ninguna de estas patologías figura en el listado de enfermedades o dolencias incapacitantes reconocidas por la Seguridad Social. Y si hablamos del entorno académico, en ocasiones puede resultar extremademente complicado, dado el número tan reducido de casos diagnosticados en niños y adolescentes, y la incompresión de muchos de los educadores, quienes suelen priorizar la atención especializada y, ante la falta de recursos, suelen anteponer casos como por ejemplo discapacidades psíquicas, pese a tener todos los mismos derechos de recibir una educación adaptada a las necesidades de cada alumn@.
Teniendo en cuenta esto, y con el fin de que nuestras fuerzas se centran en lo verdaderamente importante, la salud de nuestros hijos, en este apartado se pretende:
- Dar unas pequeñas recomendaciones de los pasos a seguir y a quién recurrir, según la situación a la que tengamos que hacer frente.
- Que los profesioneles que tengan que defender nuestros casos puedan intercambiar experiencias, útiles como documentación, referente, base jurídica, etc…