Centros Diagnóstico y Tratamiento

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En cualquiera de las enfermedades anteriores (SFC, FM, SQM o SSC), es muy común que antes de recibir un diagnóstico firme, se haya peregrinado por diferentes especialidades médicas (digestivo, neurología, psiquiatría, psicología, reumatología,…) y se haya tenido que soportar la incomprensión, en primer lugar de algunos médicos, y a su vez de los familiares de nuestro entorno más próximo (estos inducidos por la convicción de algunos especialistas en pensar que no se padece una enfermedad real, y que tan sólo se está pasando por un proceso de somatización debido a causas diversas, como estrés, y con la evidencia o la falta de ella de las diversas pruebas médicas). Este proceso de incomprensión, puede afectar a nuestro estado emocional y provocar una agudización de los síntomas y el empeoramiento del estado de salud.

Por todo ello, y con el fin de no hacer el problema aún mayor, es fundamental:

  1. Que los padres seamos capaces de identificar los primeros síntomas, en este caso resulta fundamental llegar a tener cierto conocimiento de la enfermedad, y de la predisposición genética en la familia, es decir, saber si hay más casos ya diagnosticados dentro de la familia: padres, abuelos, primos, hermanos,….
  2. Que se recurra a los especialistas adecuados, que estén sensibilizados con la enfermedad y tengan experiencia en el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades. Y para los niños y adolescentes, es aún más complejo encontrar los especialistas idóneos, en parte por el tan reducido número de casos. Por nombrar algunos, aunque seguro que hay más: